Argentina no se apropia del tango, simplemente es quien más lo ha divulgado en el mundo entero y, durante mucho tiempo decir Gardel era decir Argentina, pero el tango es argentino-uruguayo.
El tango nace en los prostíbulos de los años 1900. La mayoría de inmigrantes eran hombres solos y en Buenos Aires vieron el negocio las damas y prostitutas francesas. Los hombres hacían largas colas para satisfacer sus necesidades, esperaban mucho tiempo para ser atendidos, pues las prostitutas eran insuficientes, y para que no se aburriesen en la espera buscaron músicos y los pusieron a tocar para entretenerles, así nació el tango.
Los hombres, al estar solos, para divertirse empezaron a bailar entre ellos por tanto el chotis y el mismo tango argentino se empezaron a bailar entre parejas de hombres.
La palabra tango nace de los esclavos africanos. Tango es el folclore del Río de la Plata argentino-uruguayo.
Al nacer en los barrios más marginales era mal visto bailarlo; posteriormente, en los años 1920 y al llegar a Francia e Inglaterra se convirtió en el baile de las élites sociales, en un baile de salón. El pueblo argentino no bailaba el tango porque tiene su propio folclore.
En el tango siempre hay un algo erótico, el contacto físico es muy cercano y la música que le acompaña tiene mucho que ver con el erotismo en general. Es un juego de seducción a través del cuerpo, del abrazo, de la comunicación de conquista entre dos.